Es una deformación de la córnea no inflamatoria y de carácter progresivo que se inicia en la adolescencia. Dado que la córnea es el principal lente del ojo, el queratocono se asocia con marcado descenso visual, y a un cambio de lentes en forma frecuente debido al incremento de la miopía y astigmatismo que genera visión borrosa como principal síntoma.

Todavía sus causas se desconocen. Algunos postulan un origen genético, un 7% de los pacientes tienen algún familiar con queratocono. 

Tratamiento y Control
Las personas con Queratocono deben realizarse anualmente una Topografía y paquimetría, estudios específicos no invasivos cuyos resultados indican el avance de la patología.
En las fases iniciales, puede mejorarse la visión mediante anteojos para corregir miopía y astigmatismo. Luego deben utilizarse lentes de contacto rígidas. Estas opciones no constituyen en sí un tratamiento, solo mejoran la visión pero la enfermedad seguirá su curso. Los únicos tratamientos para detener la progresión son los anillos intracorneales, transplantes de córnea y crosslinking.


Cirugía de Implante de Anillos: Es un tratamiento correctivo cuyo material es acrílico. Esta técnica puede evitar hasta un 70% el transplante corneal, y en el 30% restante retrasaría la necesidad de un transplante. La cirugía es ambulatoria y se puede realizar con anestesia tópica (con gotas). El propósito de los anillos es la rehabilitación visual y demorar la evolución del queratocono posponiendo por tiempo indeterminado la necesidad de un trasplante.
Cirugía de Trasplante Corneal: Es el más exitoso de todos los procedimientos de trasplante ya que la córnea no presenta vasos. El transplante corneal requiere un largo período de recuperación visual alrededor de 6 a 12 meses, tiempo durante el cual la visión fluctúa.
Crosslinking: Proceso mediante el cual se generan nuevas uniones entre las cadenas del colágeno corneal que están alteradas en esta afección, produciendo un fortalecimiento de la misma.